SAN LUIS
Una víctima de violencia de género contó su calvario: “¿Me tiene que matar para que lo metan en cana?”
Luciana Sosa de 23 años denunció el maltrato y hostigamiento que padece desde hace siete meses.
Ante el desamparo y la falta de ayuda de las autoridades, la joven salió a contar a través de las redes sociales la violencia de la que es víctima por parte de su ex pareja.
En diálogo con El Chorrillero describió que el calvario se inició en mayo del año pasado cuando convivía con el hombre, de apellido Ocaña y su hijo, fruto de otra pareja, en la casa de sus suegros.
Posteriormente se fueron a vivir juntos y allí se complicó la situación.
Luciana Sosa, por miedo no denunciaba, pero constantemente recibía amenazas de muerte hacia ella, su familia y su hijo (que no recibió violencia física pero sí verbal). El acusado también amenazó, en reiteradas ocasiones, con quitarse la vida.
En noviembre, su madre tomó conocimiento de la violencia que era ejercida sobre su hija y le dio fuerzas para enfrentarlo y denunciar por primera vez.
El 5 de noviembre la joven se acercó a la Comisaría de Atención a la Niñez y Adolescencia y la doctora Natalia Rita Giunta dictaminó una orden de restricción de 300 metros, pero nunca la respetó.
Aseguró que realizó cinco denuncias y no tuvo respuesta.
La joven les exhibió a las autoridades la cara desfigurada y aun así no obtuvo respuestas.
En otro episodio, intentó prenderla fuego, pero fue detenido y liberado frente a sus ojos. La víctima aseguró que el hombre tiene conocidos dentro de la fuerza policial y por eso no actúan.
La situación se agravó y hasta vivió ataques en la vía pública y en su domicilio. La violencia física y verbal fue en aumento cuando fue notificado de las denuncias.
La víctima se animó a salir de la relación, pero en una ocasión fue obligada a viajar a Balde, donde estuvo retenida y sin comunicación. Sus amigas viralizaron esta situación vía Twitter pero nada sucedió.
También fue retenida en el domicilio en el que convivían. En ese lugar el último mes fue golpeada y sometida sexualmente.
‘’Me cansé de todo lo que él me hizo, sufrí muchísimo y sigo sufriendo porque no puedo estar bien. Me levanto a la madrugada y prendo la luz pensando que va a estar él ahí parado’’, expresó angustiada.
En concreto, ha realizado más de cinco denuncias. El fin de semana recibió un botón antipánico y fue citada al Poder Judicial, donde acudió este lunes junto a un abogado y una psicóloga.
Allí declaró ante la Fiscalía los aberrantes hechos que vivió durante más de siete meses, también fue examinada por una médica forense, que además indico estudios.
Luciana no fue informada sobre la continuidad de la causa y cuestionó que él continúe con su vida normal, mientras ella no puede salir a la calle por miedo a ser nuevamente violentada. Y el hostigamiento persiste a través de mensajes de texto.